“Bienvenidos a casa”. El ya expresidente de EE UU, Joe Biden, y su esposa, Jill, han recibido este lunes con estas palabras a los nuevos inquilinos de la Casa Blanca, Donald Trump y su mujer, Melania. Empezaba así un ritual paralelo a la ceremonia de toma de posesión en el Capitolio, mucho más discreto, pero tan planificado como la investidura que se ha desarrollado en la Rotonda de la sede del Congreso estadounidense: el de la mudanza de los nuevos inquilinos.
