Eduard Sola, el guionista que revolucionó la gala de los Gaudí con un discurso en el que se identificó como charnego y reivindicó el éxito colectivo de las migraciones gracias a los servicios públicos, no está viviendo bien con la polémica que ha encendido su discurso, que protagoniza columnas, encendidos debates en redes y muchas de las páginas de los diarios del día.
