Al Barcelona le costó arrancar en el Palau contra el Anadolu Efes y se marchó perdiendo al tiempo muerto del primer cuarto (22-24), pero en cuanto consiguió ponerse por delante (27-24), ya no volvió a perder la cabeza. Aunque las diferencias no fueron demasiado amplias nunca, tampoco dio la sensación de que se le podía escapar el partido ante los turcos, demasiado despistados en las acciones defensivas y que daban facilidades al ataque azulgrana. Al final, el 90-80 refleja lo que sucedió en la cancha.
