La decisión de trasladar la toma de posesión de Donald Trump bajo techo —el limitado techo de la Rotonda del Capitolio de Washington— obligó a reducir drásticamente el aforo, a privar a decenas de miles de sus simpatizantes del espectáculo de su regreso y a dejar fuera a muchos invitados y a buena parte de la prensa. También permitió cerrar el foco, y ofreció una imagen llamada a marcar época: la de los magnates tecnológicos Elon Musk (X y Tesla, entre otras), Mark Zuckerberg (Meta) y Jeff Bezos (Amazon y The Washington Post) confundidos en la sede de la democracia estadounidense entre los rostros de los miembros del nuevo gabinete presidencial.
