Sobre el escenario Myriam Hernández era ovacionada por la multitud, que premiaba su larga trayectoria, el retorno a un escenario que la acogió como joven promesa, como artista consagrada y, en cinco oportunidades, como animadora. Protagonista absoluta de la fiesta, el Festival de la Canción de Viña del Mar, la cantante chilena de 57 años disfrutaba de su éxito cuando el público comenzó a pedir Gaviota de Platino para ella.
