En la primera etapa de Caiga quien caiga, capitaneada por El Gran Wyoming, el gran hito consistía en entregar las icónicas gafas de sol a Juan Carlos I y que el Rey se las pusiera. Pasado el tiempo, al Rey de ahora, hijo de aquel, le tiran barro cuando visita la catástrofe de la dana y acaba despachando con unos chavales neonazis. “Hay mucha gente interesada en que haya caos”, les dijo. Carajo, ¡eran ellos!
