Millones de casas abandonadas que amenazan con convertirse en vecindarios fantasmas o vertederos de basura, aún en las grandes ciudades, son una de las consecuencias más visibles del envejecimiento de Japón, un país que teme ser doblegado por el gasto social en pensiones y cuidado de la tercera edad. Actualmente hay 8,9 millones de casas vacías, o un 10,3% del total. Entre ellas se incluyen viviendas que llevan años sin poder alquilarse o cuyos dueños han renunciado a la propiedad, según la última estadística del Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones de Japón realizada en 2023.
