Carmen, una mexicana que prefiere ocultar su nombre real, tiene un hijo de nueve años que nació en Texas, poco después de que ella cruzara la frontera. El niño es ciudadano estadounidense, pero Carmen comenzó a temer que lo dejaran de reconocer como tal luego de que Donald Trump firmara una orden ejecutiva para eliminar la ciudadanía por nacimiento a los hijos de extranjeros.
