Durante muchos años, el instituto Libertad y Desarrollo gozó de un cierto prestigio en Chile por su capacidad para alimentar con ideas políticas y técnicas (un término muy manoseado por estos días) el debate legislativo que protagonizó el partido Unión Demócrata Independiente (UDI). Ese rol fue especialmente notorio cuando su director era Cristián Larroulet, en una era en la que se gobernaba buscando acuerdos.
