
La guerra sin tregua en el Catatumbo se desborda a Cúcuta, en un éxodo de enormes proporciones cerca a la frontera de Colombia con Venezuela. “¿Sabe por qué me vine? Porque anoche dijeron que se van a meter casa por casa. Por eso me vine”, dice vehemente Luz Marina, una mujer menuda de 30 años, recién llegada de Tibú. Conversa con sus paisanas en las tribunas del Estadio General Santander, el lugar que ha dispuesto la Alcaldía para atender a los desplazados que no dejan de llegar por miles a la capital del Norte de Santander. Comunidades enteras huyen del fuego cruzado. La región se desangra después de la feroz arremetida de la guerrilla del ELN, que se enfrenta en la frontera a una facción de las disidencias de las extintas FARC.

Cúcuta debate levantar albergues para los desplazados
“Nadie ha dormido en la calle, ni ha tenido la necesidad de pasar la noche en un parque”, afirma el alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, desde el Estadio General Santander, convertido en centro de atención para los desplazados. A pesar de la solidaridad que se ha dejado sentir, concede que la capacidad de respuesta ya se encuentra al límite. La mayoría se quedan con parientes y conocidos. En un primer momento, la Alcaldía acudió a la capacidad hotelera para atenderlos, pero muy pronto rebasaron todas sus previsiones. Los hoteles del resto de la región metropolitana acudieron en apoyo. A partir de esta semana, se estudia la necesidad de levantar albergues. “Lo que viene es sostener las ayudas para 15.000 personas”, advierte el alcalde.
La Unidad para las Víctimas también ha hecho presencia en los demás municipios que están recibiendo desplazados. “Los testimonios son desgarradores. La gente ha tenido que salir huyendo, en la historia reciente no habíamos visto algo como esto”, valora su directora, Lilia Solano, luego una visita a Ocaña junto al gobernador de Norte de Santander, William Villamizar. Advierte que vienen otros pasos como organizar la ayuda psicosocial. “Hay gente absolutamente traumatizada, con cada nuevo hecho rememora todo el pánico que vivió”. Todas las autoridades coinciden en la urgencia de permitir que la gente regrese en condiciones dignas. “En los próximos días, se trabajará por restablecer la seguridad para que la población con arraigo en el Catatumbo pueda retornar a sus hogares”, prometió este miércoles el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, como primer punto para enfrentar la crisis.
