Novak Djokovic abandonó este viernes la pista central de Melbourne pulgares arriba. Pero no. No había ganado. El serbio, de 37 años y ganador de 10 títulos en Australia, optó por retirarse cuando ya había cedido un set frente al alemán Alexander Zverev (7-6(5) y el reloj reflejaba 1h 21m de partido, y se encontró con la sonora reprimenda de la grada australiana. El tenista arrastraba una lesión —”desgarro muscular”, precisaría después— que se produjo el martes mientras competía con Carlos Alcaraz en los cuartos de final.
