La Casa Blanca ha vuelto a ser escenario de algo que hasta 2021 había sido habitual: el relevo entre el presidente saliente y el entrante. Tras ser derrotado, Donald Trump decidió no asistir a la toma de posesión de Joe Biden ni darle la bienvenida al que sería su nuevo hogar. Cuatro años más tarde, los protagonistas son los mismos, pero el traspaso de poderes se ha vuelto a aproximar a la normalidad democrática.
