“Iga haciendo cosas de Iga”, describe la organización del Open de Australia. Es decir, la polaca continúa repartiendo roscos en Melbourne, impartiendo su ley del 6-0: uno a Sramkova, otro a Raducanu y este último a Eva Lys, quien festeja el juego que ha arañado en el segundo parcial como una absoluta victoria, teniendo en cuenta de dónde venía ella —repescada de la fase previa— y cómo está gastándoselas estos días la de Varsovia. Un torbellino que, por el momento, no deja de girar y arrasar: 6-0 y 6-1. Abrumadora la dinámica: 11 juegos ha concedido en los cuatro primeros partidos del torneo; cuatro, ¡cuatro!, en los tres últimos. Y explica que tan solo está haciendo lo que debe hacer, con esa frialdad tan suya: “Aún tengo… 23 años, ¿son 23? Así que todavía queda mucho por mejorar”.
